Cuando la gente dice "confía en tu instinto", suele referirse a escucharlo. Pero el instinto de un niño no solo guía sus sentimientos. También afecta su salud, su estado de ánimo e incluso su aprendizaje.
Los investigadores están descubriendo que la salud intestinal desempeña un papel fundamental en el desarrollo infantil. Desde ayudar al sistema inmunitario hasta apoyar la función cerebro , los billones de bacterias del sistema digestivo trabajan arduamente a diario.
Hablamos con la Doctor.Swati Kolpuru , gastroenteróloga pediátrica de Banner Children's, para saber por qué la salud intestinal es importante para los niños y qué puede hacer para apoyarla.
¿Qué queremos decir con “salud intestinal”?
El intestino incluye el estómago, los intestinos y los microbios (bacterias, hongos y virus) que viven en ellos. En conjunto, se denominan microbioma intestinal .
“La salud intestinal se refiere al funcionamiento del sistema digestivo de un niño: descomponiendo los alimentos, absorbiendo nutrientes, desplazándolos con facilidad y eliminando desechos”, explicó el Dr. Kolpuru. “También implica tener un revestimiento intestinal fuerte que impida la entrada de sustancias nocivas y permita la entrada de nutrientes, además de un microbioma equilibrado que SIDA la digestión, produce vitaminas, entrena el sistema inmunitario y ayuda a regular la inflamación”.
El microbioma de un niño comienza a desarrollarse al nacer y está determinado por muchos factores.
“El parto vaginal versus la cesárea, la exposición a antibióticos, la lactancia materna, las enfermedades, el estrés y la dieta afectan la formación del microbioma”, afirmó la Dra. Kolpuru. “Un microbioma sano favorece la digestión y el equilibrio inmunitario, lo que influye en el bienestar general”.
La conexión intestino-cerebro
El intestino y el cerebro se comunican a través del eje intestino-cerebro . Es un sistema de comunicación bidireccional que involucra nervios, hormonas y mensajeros químicos.
Aproximadamente el 90 % de la serotonina, la sustancia química del bienestar, se produce en el intestino y no en el cerebro. Esto significa que la salud intestinal puede afectar el estado de ánimo, la concentración y el sueño.
“Los cambios en el microbioma pueden afectar esta comunicación, influyendo en el estado de ánimo, la tolerancia al estrés y la atención”, afirmó el Dr. Kolpuru. “Muchos niños con problemas gastrointestinales también experimentan ansiedad y síntomas relacionados con el estado de ánimo, y tratarlos puede mejorar la concentración y el bienestar diarios”.
Lo que dicen las investigaciones sobre la salud intestinal y el comportamiento
Si bien el campo aún es nuevo, las investigaciones muestran vínculos prometedores entre la salud intestinal y la salud de los niños:
- Estado de ánimo y ansiedad: Unas bacterias intestinales sanas pueden reducir los índices de ansiedad y depresión. Los desequilibrios aumentan las respuestas al estrés.
- Concentración y aprendizaje: algunos estudios sugieren que las bacterias intestinales pueden influir en la atención y la memoria, lo que podría estar relacionado con el TDAH.
- Trastorno del espectro autista (TEA): Algunos estudios muestran diferencias en el microbioma intestinal de los niños con autismo. Si bien la relación causa-efecto no está clara, una mejor salud intestinal podría mejorar los síntomas gastrointestinales comunes en niños con TEA.
- Calidad del sueño: Las bacterias intestinales ayudan a producir melatonina (una hormona que regula el sueño). Los niños con intestinos más sanos pueden descansar mejor, lo que favorece el aprendizaje y el estado de ánimo.
- Absorción de nutrientes: La mala digestión puede afectar vitaminas como el hierro, la vitamina D y la B12. La deficiencia de estas vitaminas puede manifestarse como fatiga, irritabilidad o dificultad para concentrarse.
- Alergias, asma y enfermedades crónicas: los problemas intestinales tempranos pueden aumentar el riesgo de alergias, asma, enfermedad inflamatoria intestinal y otros problemas de salud crónicos más adelante en la vida.
Señales de que el intestino de su hijo puede estar desequilibrado
Algunas señales de alerta comunes incluyen:
- Dolores de estómago frecuentes, gases o estreñimiento.
- Diarrea persistente
- Gases e hinchazón después de las comidas.
- Sensibilidades o alergias alimentarias
- Problemas de la piel como el eczema
- Dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormido
- Cambios de humor o irritabilidad
- Dificultad para concentrarse en la escuela
- Infecciones frecuentes
Estos síntomas pueden tener muchas causas. Pero si aparecen con frecuencia, conviene consultar con el médico de su hijo.
Cómo mantener un intestino sano
Puedes hacer mucho para cuidar la salud intestinal con tus decisiones diarias. El Dr. Kolpuru ofreció estos consejos:
1. Construye un plato equilibrado
“Las frutas y verduras, los cereales integrales, las legumbres y las lentejas, los frutos secos y las semillas (en presentaciones aptas para personas mayores) y los alimentos fermentados como el yogur o el kéfir con cultivos vivos son excelentes opciones”, afirmó el Dr. Kolpuru. “Priorice el agua y limite los refrigerios ultraprocesados y las bebidas azucaradas, que pueden alterar el microbioma”.
2. Centrarse en los probióticos y prebióticos
Los alimentos probióticos contienen bacterias beneficiosas, como el yogur, el kéfir o pequeñas cantidades de chucrut. Los alimentos prebióticos , como el plátano, la avena, el ajo, la cebolla y los espárragos, alimentan las bacterias.
“Se pueden considerar los suplementos en ciertas situaciones, como después de un virus estomacal, durante o después de tomar antibióticos, o para afecciones gastrointestinales específicas”, dijo el Dr. Kolpuru. “Pero la cepa y la dosis siempre deben consultarse con el médico de su hijo”.
3. Mantenga las rutinas consistentes
“Al intestino le gusta el ritmo”, afirmó el Dr. Kolpuru. Las comidas regulares, el sueño constante y la actividad diaria favorecen la digestión y el microbioma.
4. Fomentar el juego al aire libre
El tiempo en la naturaleza y con mascotas ayuda a los niños a desarrollar diversidad microbiana e inmunidad.
5. Apoyar la gestión del estrés
El estrés afecta directamente la conexión entre el intestino y el cerebro. El Dr. Kolpuru recomienda rutinas relajantes, como la atención plena, la respiración profunda o el yoga, para ayudar a reducir los síntomas.
6. Utilice los antibióticos con prudencia
Use antibióticos solo cuando sea necesario y siga las instrucciones de su profesional de la salud. Después, restaure el equilibrio con alimentos ricos en probióticos y una dieta rica en nutrientes.
Cuándo hablar con un especialista
Algunos síntomas requieren atención médica. Contacte al médico de su hijo si presenta:
- Sangre en las heces (caca)
- vómitos crónicos
- Diarrea grave o continua
- Estreñimiento que no mejora con dieta ni líquidos.
- Pérdida de peso inexplicable o crecimiento deficiente
- Alimentación muy restringida
El resultado final
El intestino de tu hijo es más que un simple sistema digestivo. Es un motor que favorece el estado de ánimo, la concentración, el sistema inmunitario y el crecimiento. Como resume el Dr. Kolpuru, «al intestino le gusta el ritmo». Esto significa que las comidas, el movimiento y las rutinas constantes son tan importantes como lo que hay en el plato.
Si tiene inquietudes sobre la digestión, el crecimiento o el comportamiento, comuníquese con su profesional de la salud o con un especialista de Banner Health . Juntos, pueden encontrar maneras seguras y eficaces de apoyar la salud y el bienestar de su hijo.